Especificaciones y parámetros de las obleas de silicio monocristalino pulidas

En el floreciente proceso de desarrollo de la industria de los semiconductores, los monocristales pulidosobleas de silicioDesempeñan un papel crucial. Sirven como material fundamental para la producción de diversos dispositivos microelectrónicos. Desde circuitos integrados complejos y precisos hasta microprocesadores de alta velocidad y sensores multifuncionales, los monocristales pulidos...obleas de silicioSon esenciales. Las diferencias en su rendimiento y especificaciones afectan directamente la calidad y el rendimiento de los productos finales. A continuación, se presentan las especificaciones y parámetros comunes de las obleas de silicio monocristalino pulido:

 

Diámetro: El tamaño de las obleas semiconductoras de silicio monocristalino se mide por su diámetro y vienen en una variedad de especificaciones. Los diámetros comunes incluyen 2 pulgadas (50,8 mm), 3 pulgadas (76,2 mm), 4 pulgadas (100 mm), 5 pulgadas (125 mm), 6 pulgadas (150 mm), 8 pulgadas (200 mm), 12 pulgadas (300 mm) y 18 pulgadas (450 mm). Los diferentes diámetros son adecuados para diversas necesidades de producción y requisitos de proceso. Por ejemplo, las obleas de diámetro menor se utilizan comúnmente para dispositivos microelectrónicos especiales de pequeño volumen, mientras que las obleas de diámetro mayor demuestran una mayor eficiencia de producción y ventajas de costo en la fabricación de circuitos integrados a gran escala. Los requisitos de superficie se clasifican como pulido de una sola cara (SSP) y pulido de doble cara (DSP). Las obleas pulidas de una sola cara se utilizan para dispositivos que requieren alta planitud en una cara, como ciertos sensores. Las obleas pulidas de doble cara se utilizan comúnmente para circuitos integrados y otros productos que requieren alta precisión en ambas superficies. Requisito de superficie (acabado): SSP pulido de una sola cara / DSP pulido de doble cara.

 

Tipo/Dopante: (1) Semiconductor de tipo N: Al introducir ciertos átomos de impurezas en el semiconductor intrínseco, se altera su conductividad. Por ejemplo, al añadir elementos pentavalentes como nitrógeno (N), fósforo (P), arsénico (As) o antimonio (Sb), sus electrones de valencia forman enlaces covalentes con los electrones de valencia de los átomos de silicio circundantes, dejando un electrón extra sin enlace covalente. Esto da como resultado una concentración de electrones mayor que la de huecos, formando un semiconductor de tipo N, también conocido como semiconductor de tipo electrónico. Los semiconductores de tipo N son cruciales en la fabricación de dispositivos que requieren electrones como principales portadores de carga, como ciertos dispositivos de potencia. (2) Semiconductor de tipo P: Cuando se introducen impurezas trivalentes como el boro (B), el galio (Ga) o el indio (In) en el semiconductor de silicio, los electrones de valencia de los átomos de impureza forman enlaces covalentes con los átomos de silicio circundantes, pero carecen de al menos un electrón de valencia y no pueden formar un enlace covalente completo. Esto produce una concentración de huecos mayor que la de electrones, formando un semiconductor de tipo P, también conocido como semiconductor de tipo hueco. Los semiconductores de tipo P desempeñan un papel fundamental en la fabricación de dispositivos donde los huecos actúan como principales portadores de carga, como diodos y ciertos transistores.

 

Resistividad: La resistividad es una magnitud física clave que mide la conductividad eléctrica de las obleas de silicio monocristalino pulidas. Su valor refleja el rendimiento conductivo del material. Cuanto menor sea la resistividad, mejor será la conductividad de la oblea de silicio; por el contrario, cuanto mayor sea la resistividad, peor será la conductividad. La resistividad de las obleas de silicio está determinada por sus propiedades inherentes, y la temperatura también tiene un impacto significativo. Generalmente, la resistividad de las obleas de silicio aumenta con la temperatura. En aplicaciones prácticas, los diferentes dispositivos microelectrónicos tienen diferentes requisitos de resistividad para las obleas de silicio. Por ejemplo, las obleas utilizadas en la fabricación de circuitos integrados requieren un control preciso de la resistividad para garantizar un rendimiento estable y fiable del dispositivo.

 

Orientación: La orientación cristalina de la oblea representa la dirección cristalográfica de la red cristalina de silicio, generalmente especificada por índices de Miller como (100), (110), (111), etc. Las diferentes orientaciones cristalinas presentan diferentes propiedades físicas, como la densidad de líneas, que varía en función de la orientación. Esta diferencia puede afectar el rendimiento de la oblea en las etapas posteriores del procesamiento y el rendimiento final de los dispositivos microelectrónicos. En el proceso de fabricación, la selección de una oblea de silicio con la orientación adecuada para los diferentes requisitos del dispositivo puede optimizar su rendimiento, mejorar la eficiencia de la producción y optimizar la calidad del producto.

 

 Explicación de la orientación de los cristales

Plano/Muesca: El borde plano o muesca en V en la circunferencia de la oblea de silicio desempeña un papel fundamental en la alineación de la orientación del cristal y es un indicador importante en la fabricación y el procesamiento de la oblea. Las obleas de diferentes diámetros se corresponden con diferentes estándares de longitud del plano o la muesca. Los bordes de alineación se clasifican en planos primarios y secundarios. El plano primario se utiliza principalmente para determinar la orientación básica del cristal y la referencia de procesamiento de la oblea, mientras que el plano secundario facilita la alineación y el procesamiento precisos, garantizando un funcionamiento preciso y la consistencia de la oblea en toda la línea de producción.

 muesca y borde de oblea

Fotos de WPS (1)

Fotos de WPS (1)

 

 

Grosor: El grosor de una oblea se especifica típicamente en micrómetros (μm), con rangos comunes de grosor entre 100 μm y 1000 μm. Obleas de diferentes grosores son adecuadas para distintos tipos de dispositivos microelectrónicos. Las obleas más delgadas (p. ej., de 100 μm a 300 μm) se utilizan a menudo para la fabricación de chips que requieren un control estricto del grosor, reduciendo el tamaño y el peso del chip y aumentando la densidad de integración. Las obleas más gruesas (p. ej., de 500 μm a 1000 μm) se utilizan ampliamente en dispositivos que requieren mayor resistencia mecánica, como los dispositivos semiconductores de potencia, para garantizar la estabilidad durante el funcionamiento.

 

Rugosidad superficial: La rugosidad superficial es uno de los parámetros clave para evaluar la calidad de la oblea, ya que afecta directamente la adhesión entre la oblea y los materiales de película delgada depositados posteriormente, así como el rendimiento eléctrico del dispositivo. Generalmente se expresa como la rugosidad cuadrática media (RMS) (en nm). Una rugosidad superficial menor significa que la superficie de la oblea es más lisa, lo que ayuda a reducir fenómenos como la dispersión de electrones y mejora el rendimiento y la fiabilidad del dispositivo. En los procesos avanzados de fabricación de semiconductores, los requisitos de rugosidad superficial son cada vez más estrictos, especialmente para la fabricación de circuitos integrados de alta gama, donde la rugosidad superficial debe controlarse a unos pocos nanómetros o incluso menos.

 

Variación Total del Espesor (TTV): La variación total del espesor se refiere a la diferencia entre los espesores máximo y mínimo medidos en múltiples puntos de la superficie de la oblea, generalmente expresada en μm. Una TTV alta puede provocar desviaciones en procesos como la fotolitografía y el grabado, lo que afecta la consistencia del rendimiento y el rendimiento del dispositivo. Por lo tanto, controlar la TTV durante la fabricación de obleas es fundamental para garantizar la calidad del producto. Para la fabricación de dispositivos microelectrónicos de alta precisión, la TTV suele estar dentro de unos pocos micrómetros.

 

Arqueamiento: El arqueamiento se refiere a la desviación entre la superficie de la oblea y la superficie plana ideal, generalmente medida en μm. Las obleas con un arqueamiento excesivo pueden romperse o experimentar tensiones desiguales durante el procesamiento posterior, lo que afecta la eficiencia de la producción y la calidad del producto. Especialmente en procesos que requieren una alta planitud, como la fotolitografía, el arqueamiento debe controlarse dentro de un rango específico para garantizar la precisión y la consistencia del patrón fotolitográfico.

 

Deformación: La deformación indica la desviación entre la superficie de la oblea y la forma esférica ideal, también medida en μm. Al igual que la curvatura, la deformación es un indicador importante de la planitud de la oblea. Una deformación excesiva no solo afecta la precisión de colocación de la oblea en el equipo de procesamiento, sino que también puede causar problemas durante el proceso de empaquetado del chip, como una mala adhesión entre el chip y el material de empaquetado, lo que a su vez afecta la fiabilidad del dispositivo. En la fabricación de semiconductores de alta gama, los requisitos de deformación son cada vez más estrictos para satisfacer las demandas de los procesos avanzados de fabricación y empaquetado de chips.

 

Perfil de borde: El perfil de borde de una oblea es crucial para su posterior procesamiento y manipulación. Generalmente se especifica mediante la Zona de Exclusión de Borde (ZEE), que define la distancia desde el borde de la oblea donde no se permite el procesamiento. Un perfil de borde correctamente diseñado y un control preciso de la ZEE ayudan a evitar defectos en los bordes, concentraciones de tensión y otros problemas durante el procesamiento, mejorando así la calidad y el rendimiento general de la oblea. En algunos procesos de fabricación avanzados, se requiere una precisión submicrónica en el perfil de borde.

 

Recuento de partículas: La cantidad y la distribución del tamaño de las partículas en la superficie de la oblea afectan significativamente el rendimiento de los dispositivos microelectrónicos. Un exceso de partículas o partículas de gran tamaño pueden provocar fallos en el dispositivo, como cortocircuitos o fugas, lo que reduce el rendimiento del producto. Por lo tanto, el recuento de partículas se mide generalmente contando las partículas por unidad de área, como el número de partículas mayores de 0,3 μm. Un control estricto del recuento de partículas durante la fabricación de obleas es esencial para garantizar la calidad del producto. Se utilizan tecnologías de limpieza avanzadas y un entorno de producción limpio para minimizar la contaminación por partículas en la superficie de la oblea.
Tabla 1. Características dimensionales de obleas de silicio monocristalino pulido de 2 y 3 pulgadas
Tabla 2 Características dimensionales de obleas de silicio monocristalino pulidas de 100 mm y 125 mm
Tabla 3 Características dimensionales de obleas de silicio monocristalino pulidas de 1,50 mm con secundario
Tabla 4 Características dimensionales de obleas de silicio monocristalino pulidas de 100 mm y 125 mm sin placa plana secundaria
'T'able5 Características dimensionales de obleas de silicio monocristalino pulidas de 150 mm y 200 mm sin placa plana secundaria

 

 

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Hora de publicación: 18 de abril de 2025